Rough cut: Total Recall (2012), los lamentos de un lector

Por Alan M.

Esta es una breve nota sobre el filme Total Recall, remake de la cinta homónima de 1990 estelarizada por Arnold «todos tienen que copypastear mi apellido» Schwarzenegger, ahora con Colin Farrell como protagonista. Hay que decir un par de cosas antes de entrar en tema: Uno. Me dormí durante una parte del visionado, esto debería ser suficiente para desistir de poner tres líneas seguidas al respecto, pero peores incoherencias se hacen a diario en muchos lugares . Dos. Soy un gran fan del cuento en el que ambas películas se inspiran, Lo recordaremos por usted perfectamente, una muestra del buen hacer de Philip K. Dick, sé que esto no debería interferir con lo que una reseña debe ser, pero insisto, peores cosas se cometen a diario. Dicho esto, ahí vamos.

Douglas Quaid, empleado de una fábrica en un mundo distópico, sospecha que puede ser un espía después de visitar Rekall, una agencia que le implanta a sus clientes recuerdos falsos para que «vivan» experiencias que jamás podrían tener normalmente. Algo sale mal en el proceso y Douglas tiene que huir de unos agentes que comienzan a perseguirlo.

La película original era ya de por sí mala, pero tenía un encanto todavía del cine de acción de los ochenta, tonta, pero divertida. Esta nueva película, si bien tiene algunas referencias a aquella, tiende a tomarse más en serio a sí misma y falla en el proceso. Las actuaciones son correctas sin merecer mayor comentario, la dirección de Len Wiseman -responsable de un par de películas de la saga Underworld y de la cuarta entrega de Die Hard– también cumple sin más.

Es en su guión donde Total Recall no emociona al espectador. La trama pretende incluir algunos tópicos que resultan manidos, pero es lo único de donde podemos extraer una suerte de sentido a la historia. Es una lástima que se enfoque más en ese «vamos a liberar al pueblo oprimido» que en los vericuetos que el cuento de K. Dick ofrecía y que ya son de por sí bastante complicados como para no aburrir a nadie.

Hay que admitir que las secuencias de acción son imaginativas, pero están mal hiladas, muy pronto la película se convierte en una interminable persecución que da paso a otra persecución. Cuando llegamos al acto final, y a su presunto espectáculo, la sala entera está dormida -o al menos yo estoy dormido-. Una lástima si tomamos en cuenta el potencial de la trama original y lo bien que funcionaba la película anterior. Con todo, no creo que Total Recall sea necesariamente una película espantosa, su dirección de arte es hermosa, o eso diría si no hubiera visto nunca Blade Runner, se agradece igual.

En este caso es mejor quedarse con las cosas originales, y ni siquiera me refiero a la película de 1990, sino al vilipendiando cuento del maestro K. Dick. En esas estamos.

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